La vitamina K es conocida por su función en la coagulación de la sangre, pero es posible que muchos no sepan que también está asociada a la salud de los huesos y el corazón. Aunque la mayoría de las personas son capaces de satisfacer sus necesidades de esta vitamina a través de la dieta, ciertos grupos de la población pueden beneficiarse de su suplementación. Debido a que muchas de sus propiedades no se tienen en cuenta, la vitamina K también se conoce como la “vitamina olvidada”. Estos son algunos datos que le ayudarán a otorgarle la importancia que merece.
Dato n.° 1: Hay más de una forma.
La vitamina K se utiliza para describir no un nutriente, sino una familia de compuestos que poseen estructuras similares, pero confieren beneficios diferentes al cuerpo.
La vitamina K1 o filoquinona se encuentra en algunas plantas como los vegetales de hoja verde, el brócoli y las coles de Bruselas. Esta es la forma de vitamina K más abundante en la mayoría de las dietas (1) y su función principal es la de ayudar a la coagulación de la sangre.
La vitamina K2 o menaquinona puede ser producida por las bacterias del intestino, aunque también está presente en ciertos alimentos fermentados como el natto, una forma de granos de soja fermentados. Los bebés nacen con unos niveles muy bajos de vitamina K, por eso se les suele administrar esta vitamina para reducir el riesgo de hemorragias peligrosas. (2) La vitamina K2 está implicada, sobre todo, en el mantenimiento de la salud ósea y cardiovascular. (3)
La vitamina K3 o menadiona es una variante sintética artificial que conviene evitar porque, según apuntan las investigaciones, interfiere con los antioxidantes naturales del cuerpo, produciendo daño oxidativo a las membranas celulares. (4)
Dato n.° 2: La vitamina K no solo ayuda a la coagulación de la sangre.
La vitamina K es esencial para la coagulación de la sangre, ya que activa la proteína responsable de formar coágulos y detener el sangrado cuando nos hacemos un corte. Pero, aparte de la coagulación sanguínea, se cree que la vitamina K desempeña una función importante en el metabolismo óseo y en la mejora de la salud cardiovascular. (5)
Los huesos son un órgano dinámico que se remodelan de forma continua mediante un proceso de formación y reabsorción. La vitamina K2 es necesaria para activar una proteína llamada osteocalcina, la cual transporta el calcio a los huesos y los dientes y es vital para la formación de los huesos. (6) Varios estudios han establecido una asociación entre unos niveles bajos de vitamina K2 y la osteoporosis. (6)La osteoporosis es una enfermedad que afecta principalmente a las mujeres y que se caracteriza porque los huesos se vuelven frágiles y porosos. Por eso, los suplementos pueden beneficiar a las personas con un mayor riesgo de padecer osteoporosis.
La vitamina K2 también se asocia con la salud cardiovascular, ya que previene el endurecimiento de las arterias evitando que el calcio se deposite en las paredes arteriales y en los tejidos del cuerpo. (3) La vitamina K2 interviene en este mecanismo activando una proteína llamada MGP que elimina los depósitos de calcio de las arterias. (3) La acumulación de calcio en las arterias puede ser perjudicial si se produce en grandes cantidades y es un factor común relacionado con la enfermedad coronaria y la insuficiencia cardiaca. (8)
Dato n.° 3: La vitamina K se absorbe mejor con grasas saludables.
La vitamina K es una de las cuatro vitaminas liposolubles, lo que significa que las grasas de la dieta son necesarias para su absorción. Comer vegetales que contengan vitamina K junto con grasas favorece su absorción. (7) Algunas fuentes ricas en vitamina K1 son, por ejemplo, la col rizada y las espinacas. Los productos lácteos fermentados, el yogur y el queso son alimentos ricos en vitamina K2. Como consumidores, deberíamos buscar fuentes saludables de grasa y combinarlas con aceites vegetales como el aceite de oliva o el de aguacate.
A diferencia de otras vitaminas liposolubles, la cantidad de vitamina K que circula en la sangre es muy pequeña antes de ser metabolizada y excretada. (7) Dada la rapidez con la que el cuerpo la recicla, la ingesta regular es crucial para mantener unos niveles adecuados. (7)
Dato n.° 4: La mayoría de las personas obtiene suficiente vitamina K.
La deficiencia de vitamina K no es muy frecuente debido en gran parte al hecho de que se encuentra en muchos alimentos y puede ser producida por las bacterias intestinales. (7) Los estudios han demostrado que la mayor parte de las dietas contienen cantidades adecuadas de vitamina K y apenas se dan deficiencias. (7)
Los síntomas más comunes de deficiencia son el sangrado y las hemorragias, aunque son muy poco frecuentes. Teniendo en cuenta el papel de la vitamina K en la mineralización de los huesos, la osteoporosis o la osteopenia también pueden ser síntomas de deficiencia o insuficiencia. (7)
Otras personas a las que puede beneficiar el consumo de suplementos son aquellas que tienen problemas intestinales como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Chron. Las enfermedades que afectan al intestino pueden dificultar la capacidad de absorber y producir vitamina K en cantidades suficientes. (7) El uso prolongado de antibióticos también puede destruir las bacterias beneficiosas del intestino y alterar los niveles de vitamina K. (8)